Juegos de Río 2016
Experiencia de Fisioterapia Global en Río’16
Si en algún momento puedes decir que te sientes rodeado de gigantes, tal vez no haya mejor escenario… ¡gracias Río de Janeiro! Tuvimos el privilegio de estar el pasado mes de septiembre en un evento que concentró a 4350 gigantes de 175 países, los XV Juegos Paralímpicos en la ciudad brasileña de Río.
Es realmente difícil describir con palabras lo que unos Juegos inspiran, y lo que estos deportistas paralímpicos te inspiran… Nuestro Jefe de los Servicios médicos, Dr. Tomás Fernández Jaén, escribió una vez: “Los Juegos Olímpicos muestran la superación de la especie humana. Los Juegos Paralímpicos muestran la superación del ser humano”… es difícil sintetizarlo mejor…
Durante 11 días de competición estos deportistas compitieron en 22 deportes para mostrar al mundo la relatividad del concepto discapacidad; y tuvimos la fortuna de estar en semejante evento deportivo con la delegación española como fisioterapeuta.
El Servicio Médico del Comité Paralímpico español lo conformamos finalmente 15 personas: 5 médicos y 10 fisioterapeutas. Y podemos decir con orgullo que fue una experiencia realmente excepcional y única para todo el servicio médico el poder haber acompañado a nuestros 126 deportistas en estos Juegos.
Partiendo de la base de que todo el servicio médico conformábamos un personal común de asistencia general al equipo nacional, hubo una estructura de asistencia dirigida por el anteriormente mencionado Dr. Fernández, con otro médico responsable de la asistencia en el anillo olímpico, la Dra. Josefina Espejo Colmenero. Los otros médicos atendieron igualmente a deportes varios.
Además, se llevó a cabo una extraordinaria labor de coordinación de asistencia de fisioterapia por parte del jefe de equipo de fisioterapeutas, D. Francisco Santomé, tanto en la clínica España como en las diferentes sedes deportivas. Personalmente, prestamos asistencia puntual en la Clínica España y equipo de tenis, si bien la mayor parte del tiempo nuestra labor se desarrolló con el equipo de natación. Como experiencia profesional supuso un gran reto el intentar que nuestros deportistas estuviesen en las mejores condiciones posibles para afrontar competiciones tan continuadas en el calendario, máxime en este deporte en concreto, en el que existen pruebas de clasificación matutinas y finales vespertinas a diario.
Tal vez sea una burbuja en el tiempo, seguramente lo sea… pero lo suficientemente intensa para poder sentirse feliz, frustrado, emocionarte, llorar, levantarte después un tropiezo tras otro… eso son los Juegos. Y más afortunado me puedo sentir si cabe por haber trabajado en los mismos, entre otros grandes deportistas, con la nadadora aragonesa Teresa Perales. Nuestra anterior abanderada en los Juegos de Londres, con la que llevamos trabajando desde 2010, y que acudía con 22 medallas y aspiraba a conseguir 6 preseas más.
No pudo ser… pero sí nos enseñó algo más importante en este entorno tan intenso, no rendirse cuando todo está en contra. Pudo remontar una situación muy complicada tras dos tropiezos en dos finales seguidas, presentándose a una prueba que el contexto general no favorecía. Había rivales que estaban realmente fuertes y no habían salido las cosas según lo esperado, y disputaba tras esos dos tropiezos una prueba en la que no era favorita y había muy pocas posibilidades de medalla de bronce; era una prueba de larga distancia y claramente estaba exponiéndose a la pérdida de facultades físicas en las últimas pruebas cortas por competir en las que sí era una de las favoritas… su entorno más cercano sugerimos centrar esfuerzos para las últimas pruebas… pero es Teresa y compitió esa prueba… y ganó una sufridísima y llena de coraje medalla de plata con sabor a oro… Entonces enseño emocionada a su hijo pequeño y a muchos de su entorno que el concepto de que se puede “no ganar”, pero nunca “no perder”.
Noa llamó esa misma noche tras semejantes esfuerzo, y comentó que tenía el cuello totalmente bloqueado, realmente la exigencia física y mental fue máxima tras la presión que tenía que soportar por llevar sólo una medalla. Trabajamos esa noche en ello y realmente su voluntad y fuerza mental hizo que en menos de 24 horas consiguiese un oro… vaya momento… acabó la competición con 4 metales, 1 oro y 3 platas, siendo la máxima medallista del equipo. Gracias Teresa.
Tras esta experiencia vital tan especial, pudimos aporta un granito de arena a nuestros gigantes, y España regresó con 31 medallas, y en un gran puesto 11º en el ranking del medallero. Pero la vida sigue, Tokyo 2020 ya espera con los brazos abiertos tras la ceremonia de clausura en el mítico estadio de Maracaná. Gracias Gigantes.