Cada vez existen mejores y más innovadores métodos y técnicas en el amplio campo de las opciones terapéuticas que ofrece la fisioterapia. Una de estos métodos es la fisioterapia invasiva, en la que existe una amplia evidencia científica sobre sus beneficios terapéuticos.
¿Qué es la fisioterapia invasiva? Es el conjunto de técnicas y tratamientos donde se utiliza una aguja de forma percutánea en la piel, y en la que además se puede emplear a través de ella agentes físicos como electricidad para el tratamiento de determinadas lesiones.
Es muy recomendable utilizar un ecógrafo como método de guía para realizar la técnica con mayor efectividad y seguridad en los abordajes, ya que al realizarlas de forma ecoguiada podemos centrarnos mejor en el foco de la lesión y visualizar la evolución de la lesión.
Entre las técnicas que engloba la fisioterapia invasiva se encuentran la técnica EPI® (electrolisis percutánea intratisular), la neuromodulación funcional percutánea, acupuntura, punción seca, etc, las cuales pueden usarse de manera aislada o combinarse bien entre sí, o bien con otros agentes físicos. Con relación a la técnica EPI® nuestro director, el Dr. Guillermo Aladrén, es profesor oficial. Dicha técnica se realiza aplicando una corriente galvánica a través de una aguja sobre el tejido dañado. También destaca la neuromodulación funcional percutánea, la cual consiste en la estimulación por medio de una aguja de un nervio periférico en alguna zona de su trayecto o de un punto motor de un músculo para provocar un cambio en la actividad eléctrica.
Así, algunos de los efectos descritos de estas técnicas son: efectos antiinflamatorios (disminuyen las citoquinas inflamatorias) y analgésicos, activación del riego sanguíneo y de los procesos de regeneración de los tejidos y restablecimiento de la homeostasis.
Las indicaciones de estas técnicas son múltiples, desde contracturas o puntos gatillo, neuropatías, tendinopatías, roturas fibrilares o esguinces; es decir, toda lesión de partes blandas (músculo, ligamentos, cápsula, tendones).
Entre las contraindicaciones más importantes se encuentra el miedo del paciente a las agujas, determinadas patologías de la piel, infecciones, cáncer, toma de medicación antitrombótica, alergias a determinados materiales de conforman la aguja, etc.