La crioterapia es la aplicación de frío con fines terapéuticos produciendo un efecto de vasoconstricción con una disminución de la circulación en la zona. Tiene efectos muy potentes de sedación y analgesia de la zona afectada, disminuyendo el metabolismo y el flujo sanguíneo y, por tanto, provocando que la lesión no se extienda y que la inflamación y la extravasación de sangre de los vasos (hematoma), produciendo una curación de la lesión más rápida. Estaría indicada pues en contusiones, esguinces, sobrecargas, espasmos o lesiones musculares en su fase aguda por ese efecto antiinflamatorio y sedante. Sobre todo por ese efecto antiinflamatorio (principalmente en las siguientes 72 horas), es necesaria la aplicación de frío en edemas, procesos inflamatorios o patologías reumáticas en su fase inflamatoria.También produce un efecto de disminución del tono muscular, relajando la musculatura y disminuyendo el espasmo y la espasticidad muscular. También estaría indicado para aplicarse después de la actividad física para reducir la sobrecarga muscular. No deberá aplicarse en heridas abiertas o fracturas entre otros casos.
Dicha aplicación deberá realizarse asegurándose de no provocar quemaduras por congelación, revisando la zona continuamente ya que en procesos inflamatorios se puede producir una alteración de la sensibilidad.
La crioterapia se puede realizar de múltiples maneras, desde una aplicación general como baños con agua fría o de forma local. Entre las formas de aplicación local se encuentran:
– Bolsas de hielo o gel (coldpacks), las cuales se aplican durante aproximadamente 10´ y se pueden enfriar en el congelador (2 horas antes de la aplicación) o en algunos casos golpeando o apretando se produce una reacción exotérmica que libera el frío (en estos casos hay que tener cuidado porque si se rompiese el continente se pueden provocar quemaduras químicas a causa del vertido). Tienen como ventajas su fácil manejo y almacenaje, el poder utilizarlas varias veces y que el frío puede penetrar en profundidad. Siempre habrá que proteger la piel con una toalla o varias capas de papel para evitar quemaduras por congelación, por tanto, habrá que estar pendientes de vez en cuando del estado de la zona.
– Toallas o compresas frías, suelen producir frío superficial.
– Masaje con hielo, en el que se produce un efecto de vasoconstricción por el frío seguido de un efecto de dilatación. Sobre todo se suele indicar en la práctica deportiva, en el tratamiento de lesiones y rehabilitación.
– Spray de frío, se deberá aplicarse a una distancia de la piel de unos 30 cm realizando 3-4 barridos. Sólo penetra unos 3-4 cm y suele tener un efecto más transitorio.
– Baños de agua fría locales, sumergiendo la parte a tratar en una cuba de agua fría entre 3′-10′ con el agua a una temperatura que varía en función de muchos factores, pero normalmente se trabaja en franjas de 8 a 15ºC.
En nuestro centro con todos nuestros pacientes en general, el uso de la crioterapia es muy frecuente, y también es un agente terapéutico esencial en la fisioterapia deportiva.